La tetona de los masajes tiene un coño muy caliente
- 1346
- 08:00
- 1

Al principio de vivir en mi nueva casa interpreté como normal el hecho de que la hija de mi vecina se plantara en mi casa cada dos por tres pidiendo sal, azúcar o cualquier otra cosa. No me lo tomaba a mal porque quería ser cortés pero con el paso de los días me he ido dando cuenta de que lo único que quería era pasar un rato a solas conmigo porque le habían contado que tengo una polla como las que nunca ha visto.