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Un gran hombre es ese que se preocupa por los demás; marca un círculo entorno a él y protege a todos los que están dentro. Pero uno que no vale la pena, es el que se preocupa solo por sí mismo y cualquier otro macho, es competencia directa. Y ese es el que realmente la pasa bien, como este chaval que está destrizando el ojete anal de estas dos ardientes putitas y seguramente cuando muera, no se arrepentirá de nada y su polla habrá tenido mucha acción. Para eso hace falta dinero, pero ya con esa actitud, seguramente que no le cuesta conseguirlo también.